¿Libros buenos o buenos libros?
Quisiera continuar comentando acerca de la literatura infantil. Algo que me parece importante mencionar si ustedes profesores, padres de familia, o aficionados como yo quieren pensar en los libros como algo que abra sus mentes o las de los niños. Yo me declaro una fiel defensora y promotora de la lectura de la literatura infantil, no solamente por mi gusto personal sino porque he tenido acercamientos teóricos hacia ella y quiero compartir lo que es el contenido de esta entrada.
La literatura aborda las preguntas y cuestiones referidas a lo humano, a la parte más sensible de su condición de humanidad, quizá para los adultos leer algunos cuentos no tiene sentido, pero para los niños reflejan muchos de los problemas y situaciones a los cuales deben afrontarse en el curso de su desarrollo. Ello implican situaciones que van desde los rechazos por sus pares, hasta la definición de la identidad, pasando por la muerte, la guerra, la amistad, etc. Así, que en muchos libros nos encontraremos con temáticas que como adultos nos confrontan e incluso asustan, tal vez porque nosotros mismos no las hemos resuelto o porque socialmente se han convertido en temas tabú. Aunque se debe aclarar que los libros no solamente son especiales cuando se relacionan con sucesos de la vida personal, estos permiten también tener experiencia y conocer otras formas relacionales.
Los autores de los libros, expertos en estos temas, ofrecen a los niños la posibilidad de reconocer en personajes cosas que ellos viven, maneras de resolver dificultades o incluso planteando preguntas que les permite desarrollar un sentido más crítico. Generalmente no hay posiciones moralistas en la literatura, aunque sí un profundo sentido ético. A mi parecer es una de las cuestiones más valiosas que ofrece, finalmente los niños aprenden sobre la vida, sobre ellos mismos y sobre los demás.
Así, que antes de pensar en prohibir ciertas temáticas se debería pensar en abrir las posibilidades para que el lector sea quien tenga el criterio para comprender la historia, los niños son los mejores jueces cuando se les permite leer y cuestionar un buen libro.